En esta última entrada del año, nos vamos hacer eco de las ideas generales del siguiente libro de Capra, F. y Luisi, P. L. (2014) The systems view of life. A unifying vision. CUP (se puede obtener una copia de acceso libre en Internet).
Leyendo ya el prólogo, es posible hacerse una idea general del objetivo que los autores plantean. Así, en lugar de un resumen, traducimos sus fragmentos más destacados porque nos parecen enormemente relevantes:
“A medida que avanza el siglo XXI, cada vez es más evidente que los principales problemas de nuestro tiempo —la energía, el medio ambiente, el cambio climático, la seguridad alimentaria, la seguridad financiera— no pueden entenderse de forma aislada. Se trata de problemas sistémicos, lo que significa que todos ellos están interconectados y son interdependientes. En última instancia, estos problemas deben considerarse como diferentes facetas de una única crisis, que es en gran medida una crisis de percepción. [Esta] se deriva del hecho de que la mayoría de las personas de nuestra sociedad moderna, y especialmente de nuestras grandes instituciones sociales, defienden conceptos desde una visión del mundo obsoleta, una percepción de la realidad inadecuada para hacer frente a nuestro mundo superpoblado y globalmente interconectado.

Hay soluciones para los principales problemas de nuestro tiempo; algunas de ellas son incluso sencillas. Pero requieren un cambio radical en nuestras percepciones, nuestra forma de pensar, nuestros valores. Y, de hecho, nos encontramos ahora en el comienzo de un cambio tan fundamental de la visión del mundo en la ciencia y la sociedad, un cambio de paradigmas tan radical como la revolución copernicana. Desgraciadamente, esta concienciación aún no ha calado en la mayoría de nuestros líderes políticos, que son incapaces de «atar cabos», por usar una expresión popular. No ven cómo los principales problemas de nuestro tiempo están interrelacionados. Es más, se niegan a reconocer cómo sus supuestas soluciones afectarán a las generaciones futuras.

Desde un punto de vista sistémico, las únicas soluciones viables son aquellas que son sostenibles. Como discutimos en este libro, una sociedad sostenible debe diseñarse de tal manera que sus formas de vida, negocios, economía, estructuras físicas y tecnologías no interfieran con la capacidad inherente de la naturaleza para sustentar la vida.
En los últimos treinta años ha quedado claro que para comprender plenamente estas cuestiones se requiere nada menos que una concepción radicalmente nueva de la vida… En la vanguardia de la ciencia contemporánea, ya no vemos el universo como una máquina compuesta por bloques de construcción elementales. Hemos descubierto que el mundo material, en última instancia, es una red de patrones de relaciones inseparables; que el planeta en su conjunto es un sistema vivo y autorregulado. La visión del cuerpo humano como una máquina y de la mente como una entidad separada está siendo sustituida por otra que considera no solo el cerebro, sino también el sistema inmunológico, los tejidos corporales e incluso cada célula como un sistema vivo y cognitivo. La evolución ya no se considera una lucha competitiva por la existencia, sino más bien una danza cooperativa en la que la creatividad y la constante aparición de novedades son las fuerzas motrices. Y con el nuevo énfasis en la complejidad, las redes y los patrones de organización, está surgiendo lentamente una nueva ciencia de las cualidades.
Esta nueva concepción de la vida implica un nuevo tipo de pensamiento: pensar en términos de relaciones, patrones y contexto. En ciencia, esta forma de pensar se conoce como «pensamiento sistémico» o «pensamiento de sistemas»; por lo tanto, la comprensión de la vida que se basa en él se identifica a menudo con la frase que hemos elegido como título de este libro: la visión sistémica de la vida.
[Esta] visión sistémica unificada incluye e integra las dimensiones biológicas, cognitivas, sociales y ecológicas de la vida; y también… las implicaciones filosóficas, espirituales y políticas… de la vida. Creemos que hoy en día se necesita urgentemente una visión tan integrada para hacer frente a nuestra crisis ecológica global y proteger la continuidad y el florecimiento de la vida en la Tierra. Por lo tanto, será fundamental que las generaciones actuales y futuras de jóvenes investigadores y estudiantes de posgrado comprendan la nueva concepción sistémica de la vida y sus implicaciones para una amplia gama de profesiones, desde la economía, la gestión y la política hasta la medicina, la psicología y el derecho. Además, nuestro libro será útil para los estudiantes universitarios de ciencias de la vida y humanidades.
Por lo tanto, un marco conceptual que integre estas múltiples dimensiones está destinado a reflejar la no linealidad inherente a la vida. En nuestro esfuerzo por comunicar una red tan compleja de conceptos e ideas dentro de las limitaciones lineales del lenguaje escrito, consideramos que sería útil interconectar el texto mediante una red de referencias cruzadas. Esperamos que el lector descubra que, al igual que la red de la vida, este libro es también un todo que es más que la suma de sus partes”.
Vemos, pues, cómo estos dos autores, reconocidos científicos de los estudios de la complejidad, nos plantean una visión unificada de las disciplinas científicas y las humanísticas, con el fin de abordar el principal problema al que se enfrenta la humanidad en el presente: la crisis climática. Además, el libro está escrito en un estilo muy didáctico, por lo que es posible entender de forma general las nociones e ideas de las disciplinas que no son las nuestras ni las más cercanas. Incluso el inglés ya no es tampoco un obstáculo porque podemos acudir a un traductor automático para entender las partes que nos parezcan más atractivas.