Para celebrar el día de los humedales (II): De la cultura a la «biocultura»

El verano pasado en un coloquio sobre cambio climático en el pueblo de Mota del Cuervo (Cuenca) (http://www.dialogodesaberes.com/2017/11/coloquio-desde-el-rural-sobre-cambio-climatico-agosto-2017/), organizado por un grupo de activistas de la zona, asistieron al mismo dos investigadoras brasileñas que llevaban viviendo en el pueblo tres años. Nadie sabía lo que hacían en el pueblo, excepto una ligera noticia los del ayuntamiento, aunque ellas dos, más otro joven, están haciendo sus tesis doctorales sobre la biodiversidad del complejo de las lagunas de la zona, (que a su vez forman parte del conjunto de humedales del Acuífero de La Mancha (http://www.dialogodesaberes.com/2018/02/para-celebrar-el-dia-de-los-humedales-i-es-posible-recuperar-el-acuifero-de-la-mancha-occidental/).

Después he tenido varias conversaciones con ellos y he ido leyendo algunas de sus publicaciones sobre plancton y sincronía espacial de algunas aves; temas muy técnicos, pero de los que podemos también extraer conclusiones prácticas para preservar mejor estas lagunas y su biodiversidad, en la situación socio-cultural de un medio rural que no las ha “descubierto” todavía desde la dimensión “biocultural”.

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Una vista de la Laguna de Manjavacas a finales de marzo de 2018

Primero, como ecólogos y biólogos, echan de menos más atención a este complejo. Ellos, que han vivido prácticamente en ellas casi tres años, se sorprenden, por ejemplo, de los plásticos verdes que hay por todo su alrededor; unos plásticos que desde hace unos años los agricultores de la zona usan para preservar sus vides de los conejos, muchos de ellos se abandonan cuando ya no los necesitan. Según sus investigaciones ya han entrado en la cadena alimentaria de las aves que estudian, porque hay restos de estos plásticos en sus excrementos; los fragmentos de estos plásticos son triturados por los tractores y se van convirtiendo en micro-plásticos. “-¿Quién nos asegura de no hayan entrado ya en la cadena alimentaria de la población del pueblo?”, pregunto. “-Habrá que investigarlo”, dicen.

Asimismo, se sorprenden de la falta de vallas rodeándolas; no es difícil ver rastros de las ruedas de coches en el perímetro lagunar, en las partes secas. Son actuaciones incívicas, pero ¿solo de vez en cuando?

Estos y algunos otros ejemplos de quienes dedican su vida a la ecología suponen un buen acicate para plantearse cómo va la educación medioambiental en el pueblo y en sus diversas instituciones educativas.

Un comentario general que he escuchado bastante en el pueblo es que este ha avanzado mucho en la propuesta de actividades culturales. Un hecho muy positivo, sin lugar a dudas. Sin embargo, cuando miramos los ejemplos anteriores de las lagunas, cuando ahora sabemos además que el pueblo está amenazado por el fenómeno de las “macro-granjas” (¡se quiere abrir una cuando el pueblo apenas tiene agua y la que hay es de pésima calidad!), cuando apenas se dedica presupuesto a la reforestación de los alrededores y en las calles del pueblo no hay árboles (en un contexto de subida de las temperaturas de como mínimo un grado y medio, con veranos que podrían llegar a los 45 o 50 grados), quizás sea necesario pensar que hay que dar el paso de la cultura a la biocultura.

Nos adentramos un poco en el significado de este segundo término, a partir de una de las investigaciones de estos doctorandos. Según la Wikipedia, la biodiversidad o diversidad biológica es el término con el que se hace referencia a la amplia variedad de seres vivos sobre la tierra y los patrones naturales que la conforman, resultado de miles de millones de años de evolución según procesos naturales y también resultado de la influencia creciente de las actividades del ser humano.

Los investigadores de las lagunas mencionados han trabajado, en una de sus investigaciones, sobre la sincronía espacial de la abundancia de varias especies de aves, según las distintas lagunas del mismo complejo y según el periodo del año. La sincronía espacial de la abundancia, dicen, se ha asociado a tres procesos ecológicos, que pueden actuar independientemente o en combinación: dispersión de individuos, condiciones ambientales y la cadena alimentaria (interacciones tróficas).

Poco se sabe sobre la sincronicidad de las poblaciones de aves en los humedales continentales. Además, la mayoría de los estudios de ecología animal han buscado identificar patrones de sincronización en la periodicidad anual. Sin embargo, muchas lagunas continentales de la Península Ibérica tienen un período de hidratación naturalmente corto debido a la pequeña extensión de su cuenca y a las escasas precipitaciones anuales, mientras que otras tienen cuencas más grandes o reciben algunos aportes de aguas subterráneas naturales o ríos y aguas residuales urbanas, y retienen agua durante la mayor parte del año. Teniendo en cuenta estas diferencias, estos investigadores exploraron el grado de sincronía espacial de las poblaciones de tres especies de aves distribuidas en el conjunto de estas lagunas salinas: cigüeñela de alas negras (Himantopus himantopus), avoceta de varios colores (Recurvirostra avosetta) y chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinus). El objetivo que tenían era explorar si los factores de hábitat y paisaje estaban relacionados con la sincronía espacial de las poblaciones, esperando encontrar elevados niveles de sincronización como posible resultado de: (1) la hidrodinámica, incluyendo el efecto potencial de las entradas de aguas residuales; (2) la distancia entre lagunas, como indicador de un efecto de limitación de la dispersión; y (3) la variabilidad en las características estructurales y paisajísticas de las lagunas.

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Cigüeñela de alas negras
Avoceta
Avoceta

 

 

 

 

 

 

Chorlitejo petirrojo
Chorlitejo

El área de estudio está técnicamente ubicada en la Reserva de la Biosfera La Mancha Húmeda, en la región de Castilla-La Mancha, en el centro de España (Fig. 1). La Mancha Húmeda es uno de los complejos húmedos más importantes de la Península Ibérica, con una red de más de 190 humedales repartidos en tres áreas geográficas: Campo de San Juan, Campo de Montiel y la Serranía de Cuenca, de los cuales 50 son lagunas temporales. Las que estudian son Alcahozo, Altillo Grande, Artevi, Camino de Villafranca, Campo de Mula, Longar, Manjavacas, Mermejuela, Miguel Esteban, Pedro Muñoz, Peña Hueca, Quero, Retamar, Tirez, Veguilla, Larga de Villacañas, Albardiosa, Altillo Chica, Camino de Turleque, Pajares, Redondilla, Salicor y Yeguas.

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Figura 1

La temperatura media en la región es de 14º C, y la mínima en años extremos puede alcanzar los -20º C en invierno y la máxima puede alcanzar los 42º C en julio. Las épocas de mayor precipitación son invierno y primavera, y las precipitaciones anuales oscilan entre 300 y 400 mm. El paisaje es predominantemente agrícola, caracterizado por viñedos, cultivos de cereales, olivares, bosques y pastos. Hay muchos tipos de humedales en esta área, que van desde lagunas temporales hasta llanuras aluviales e inundaciones permanentes o episódicas. También existen lagunas naturales o artificiales, algunas de las cuales reciben aguas residuales de los centros urbanos adyacentes. En general, la vegetación que rodeaba a las lagunas es predominantemente halófila (salina) y algunas lagunas tienen islas de vegetación dominadas por carrizos (Phragmites australis), aneas (Typha dominguensis), juncos (Schoenoplectus lacustris) y juncos marineros (Bolboschoenus maritimus).

Entre octubre de 2010 y febrero de 2014 llevaron a cabo recuentos mensuales de avoceta, cigüeñela y chorlitejo patinegro en 23 humedales. Los conteos fueron realizados en puntos de observación fijos y siempre por los mismos investigadores, en la última semana de cada mes, entre las 08:00 h y las 12:00h aproximadamente, después de garantizar unas condiciones climáticas favorables (poco viento y ninguna lluvia). Analizaron doce variables ambientales por laguna, que clasificaron en cuatro grupos: (1) hidroperiodo, es decir, porcentaje de meses con agua; (2) antropogénico, distancia de los asentamientos humanos; (3) paisaje, distancia entre lagunas y número de lagunas dentro de un radio de tres radios (2, 5 y 10 km); y (4) estructural: profundidad media, superficie total de la laguna, superficie inundada, superficie con vegetación natural alrededor de la laguna, número de islas y superficie total de las islas.

Resultados

  1. Avoceta. Identificaron tres grupos de lagunas con similitud temporal significativa: El Grupo 1 (Quero, Mermejuela, Artevi, Altillo Grande y Tírez) mostró picos de abundancia más tempranos, que ocurrieron a finales del invierno y principios de la primavera. El Grupo 2 presentó períodos posteriores y más prolongados de gran abundancia, que se extendieron desde finales de la primavera hasta finales del verano. En este grupo, la laguna de Manjavacas tuvo un gran número de avocetas durante la temporada de reproducción del 2012 (año 2), cuando la abundancia en el resto de las lagunas disminuyó drásticamente. El Grupo 3 (Veguilla y Pedro Muñoz) presentó picos de abundancia más tarde (finales del verano – principios del otoño).
  1. Cigüeñela de alas negras. Identificaron dos grupos que incluían todas las lagunas analizadas: El Grupo 1 (Veguilla y Pedro Muñoz) mostró picos posteriores, a finales del verano y principios del otoño. El Grupo 2 (Longar, Carretera de Villafranca, Miguel Esteban, Memejuela, Laguna de Villacañas, Quero, Retamar, Campo de Mula y Arteví) presentó picos de abundancia entre finales de primavera y mediados de verano.
  1. Chorlitejo patinegro. Se formaron dos grupos con dos lagunas cada uno, pero la similitud entre las lagunas del mismo grupo fue relativamente baja. Las lagunas Alcahozo y Quero mostraron patrones temporales particulares.

De las 12 variables ambientales exploradas, sólo el hidroperíodo y la distancia entre los lagos estaban relacionados con la sincronía espacial de algunas especies. No observaron correlación entre estas variables ambientales.

Para la avoceta, las variables ambientales que se correlacionaron con la sincronía espacial fueron el hidroperíodo y la distancia entre lagos. En el chorlitejo patinegro, el hidroperíodo fue la única variable que se relacionó con los patrones temporales de las lagunas. Ninguna de las variables ambientales estaba relacionada con los altos niveles de sincronía espacial observados en la cigüeñela.

Las lagunas que recibieron aguas residuales presentaron períodos de hidratación más largos que aquellos que no recibieron dichos efluentes. Siete de las ocho lagunas sin aporte de aguas residuales presentaban una marcada estacionalidad de presencia de agua y se inundaban entre el 22 y el 68% de los meses (excepto la de Camino de Villafranca). Las ocho lagunas que recibieron aguas residuales (Larga de Villacañas, Miguel Esteban, Manjavacas, Pedro Muñoz, Veguilla, Longar, Mermejuela y Quero) presentaron agua durante la mayor parte del período de estudio (71-100%).

Los resultados muestran que el grado de sincronía espacial de las poblaciones de estas aves en estas lagunas interiores es significativo. Sin embargo, los patrones de sincronía de las tres especies mostraron diferentes niveles de respuesta al conjunto de variables exploradas. La sincronía espacial entre la avoceta y el chorlitejo patinegro se ve afectada por el hidroperíodo de las lagunas, que a su vez se ve alterado por la entrada de aguas residuales.

El efecto del hidroperíodo fue importante en los patrones temporales de dos de las tres especies: avoceta y chorlitejo patinegro. En el caso de la avoceta, observaron la formación de tres grupos de lagunas sincronizadas espacialmente: grupos con picos de abundancia más tempranos, picos intermedios y picos posteriores. A diferencia de las lagunas que reciben aguas residuales, las lagunas inalteradas tienden a secarse rápidamente en la primavera y el verano. La variación temporal de la abundancia depende no sólo de los movimientos para seguir los cambios espaciales en la disponibilidad de recursos, sino también de los movimientos migratorios a gran escala y la producción de reproducción. Por lo tanto, el paso de las aves migratorias en primavera podría causar un pico temprano detectable de abundancia en lagunas con un período hidrológico más corto, ya que en estas lagunas el número de individuos que se quedan para la reproducción es relativamente bajo y disminuye rápidamente a medida que se secan; mientras en lagunas con un período hidrológico más largo, las poblaciones reproductoras más numerosas permanecen durante más tiempo.

Por otro lado, un poco más tarde los picos de abundancia ocurrieron sincrónicamente en las mismas lagunas para la avoceta y la cigüeñela (Lagunas Veguilla y Pedro Muñoz). Las lagunas que reciben efluentes de las plantas de tratamiento de aguas residuales urbanas presentan condiciones biofísicas inapropiadas a finales del verano, pero muestran una alta productividad orgánica y son sitios atractivos para las aves acuáticas durante los períodos de reproducción. A diferencia de las otras lagunas que reciben aguas residuales y presentan largos hidroperíodos, Veguilla y Pedro Muñoz tienen una gran concentración de macrófitos emergentes en sus bordes, y pocas áreas planas poco profundas para el forrajeo de limícolas en la temporada de reproducción. Sin embargo, durante el verano, mientras que otras zonas están secas o casi secas, Veguilla y Pedro Muñoz tienen extensas marismas en su zona central que atraen a muchos limícolas. En consecuencia, la disminución de la abundancia de individuos después del verano en algunas lagunas con períodos hidrológicos más largos (por ejemplo, Manjavacas, Larga de Villafranca, Miguel Esteban, Longar y Mermejuela) y el aumento coincidente en las lagunas de Pedro Muñoz y Veguilla es posiblemente el resultado de diferencias estructurales entre los humedales, lo que tiene efectos significativos en la disponibilidad de hábitat de alimentación.

En el caso del chorlitejo patinegro, las lagunas que presentaron correlación temporal significativa fueron aquellos con hidroperíodos más largos, donde esta especie presentó picos de abundancia en pleno verano, aunque con mayor variabilidad en Manjavacas y Pedro Muñoz. Por el contrario, en las lagunas que suelen secarse en pleno verano (Quero y Alcahozo), el chorlitejo patinegro presentaba picos de abundancia en invierno o primavera. Estos patrones alternantes de abundancia del chorlitejo, en estos grupos de lagunas, sugiere que parte de la población de esta especie podría cambiar entre humedales dependiendo de las condiciones fluctuantes en ellos.

El efecto variable del hidroperíodo sobre la sincronía espacial de las especies estudiadas podría explicarse por las diferencias en su historia natural, especialmente relacionadas con su estrategia de búsqueda de alimento y selección de hábitat. La cigüeñuela tiende a buscar alimento en solitario en aguas menos profundas, mientras que la avoceta se alimenta frecuentemente en bandadas. Por lo tanto, como las lagunas estudiadas son poco profundas, la pérdida gradual de agua durante el verano puede reducir más rápidamente la calidad del hábitat de la avoceta, favoreciendo la sincronización de lagunas con hidroperíodos similares. El chorlitejo patinegro se alimenta en costas o aguas poco profundas y su eficiencia alimenticia disminuye a medida que las marismas se secan, obligando a los padres a trasladarse con sus crías a las orillas del lago. Este comportamiento podría explicar que, al igual que la avoceta, su patrón temporal se vea afectado por el hidroperíodo. La falta de efecto del hidroperíodo sobre la sincronía espacial de la cigüeñuela de ala negra, junto con su capacidad para vivir en una mayor variedad de ambientes acuáticos, explicaría el patrón temporal más similar entre las lagunas de esta especie, como lo demuestran las altas correlaciones entre lagunas.

Para las tres especies, también observaron que los picos de abundancia de los grupos de lagunas mostraron una periodicidad constante en los años de estudio 1 y 3, con una asincronía encontrada en el año de estudio 2. Como han observado muchos estudios teóricos y empíricos, la identificación de patrones y procesos de dinámica poblacional temporal no es una tarea fácil y es necesario considerar también el efecto de eventos aleatorios, como la estocástica ambiental y demográfica. Incluso las lagunas que reciben aguas residuales pueden secarse en verano si el agua acumulada en invierno es baja. Este parecía ser el caso de la mayoría de las lagunas estudiadas, en el verano de 2012, cuando todas las lagunas (excepto Miguel Esteban y Larga de Villacañas) estaban completamente secas en agosto. Según los datos meteorológicos de la provincia de Toledo (Agencia Estatal de Meteorología), las lluvias acumuladas en otoño e invierno anteriores fueron menores en 2012 (109,1 mm) que en 2011 (236,1 mm) y 2013 (283 mm). Paralelamente, para las tres especies también observaron una similitud en los patrones temporales de los grupos de lagunas entre 2011 y 2013, con distintas variaciones encontradas en 2011. Específicamente, los grupos de lagunas en 2012 presentaron picos de abundancia más tempranos que en los otros dos años. Esta diferencia puede ser una respuesta directa a las variaciones en las precipitaciones; ya que se sabe que los cambios en las condiciones hidrológicas afectan no sólo a la disponibilidad de alimentos, sino también a los movimientos de los individuos durante los períodos de reproducción.

A modo de conclusión, se observa que hay diferentes factores que pueden actuar juntos en la formación de patrones de sincronía. En el presente estudio, estos investigadores analizaron un conjunto de variables relativas al paisaje, como la distancia de los asentamientos humanos, la distancia entre lagunas y el número de lagunas dentro de tres radios crecientes como indicadores de la conectividad funcional de las lagunas; también evaluaron un conjunto de variables estructurales del hábitat y su relación con los patrones temporales observados. El resultado es que al menos en la avoceta la distancia entre las lagunas y el hidroperíodo pareció actuar en conjunto para causar la sincronización espacial de las poblaciones. La distancia no parece haber afectado a la sincronía espacial de la cigüeñuela y el chorlitejo patinegro; en general, la ausencia de efecto de las variables paisaje y hábitat se relaciona con la ecología de estas dos especies que pueden ocupar sitios dispersos en paisajes extensivamente alterados.

Durante más de tres décadas, las lagunas continentales de la Península Ibérica han sufrido cambios significativos en los regímenes hídricos como resultado de la canalización de las aguas superficiales, la sobreexplotación de los acuíferos y la entrada de aguas residuales. El enfoque del censo mensual realizado por estos investigadores en estas lagunas manchegas les ha permitido detectar cómo la perturbación hidrológica (entrada de aguas residuales) afecta a la sincronía espacial de las poblaciones y genera diversos patrones temporales de variación de la abundancia. Estos datos, concluyen los investigadores, han proporcionado los primeros conocimientos sobre los mecanismos que impulsan la sincronía espacial en lagunas interiores temporales. Una mayor investigación sobre este tema en los humedales del centro de España, unas lagunas que presentan una de las funciones hídricas más alteradas de la Península, ayudará a diseñar estrategias de manejo del agua que mejoren la calidad del hábitat para las especies de aves limícolas.

[El texto completo de esta investigación está publicado en M. S. S. Gonçalves, J. A. Gil-Delgado, R. U. Gosálvez, G. M. López-Iborra, A. Ponz and A. Velasco. “Spatial synchrony of wader populations in inland lakes of the Iberian Peninsula. Ecol Res (2016) 31: 947–956. DOI 10.1007/s11284-016-1407-2].

¿Damos el paso de la cultura a la biocultura?

Como se observa en esta investigación, la vida de estas poblaciones de aves no ha estado al margen de la vida humana de la comarca. Los cambios tan profundos que se han producido en la vida de estos pueblos en los últimos cincuenta años les han afectado también. Es verdad, que este ejemplo es solamente un punto pequeño en el conjunto del problema medioambiental del planeta tierra; pero, como indica el Acuerdo de París para frenar los efectos del cambio climático, ha llegado el momento de la actuación de la ciudadanía en el nivel de lo local.

Lo biológico y lo sociocultural no pueden ya separarse en este momento de nuestra civilización, la denominada época antropocena, en la que la especie humana está alterando profundamente los cambios biológicos que durante millones de años habían seguido su propio proceso. Revalorizar lo que significa el completo lagunar en esta zona, conocer mejor las consecuencias de la pérdida de su biodiversidad y sus efectos en la agricultura, el peso de la agro-industria, así como estudiar los planes de regeneración a nivel institucional y de los centros de investigación podría ser un proyecto innovador para los centros educativos del pueblo; igualmente para tantas iniciativas culturales que están surgiendo: grupos de senderismo, conferencias en la biblioteca, universidad popular, etc.

Flamencos de la Laguna de Manjavacas
Flamencos en la Laguna de Manjavacas. Foto de Juan Luis Redajo
Semana Santa 2015 125
Una vista de la laguna con flamencos en la Semana Santa de 2015

Un reportaje en youtube de 2011:

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